7.- Curvaturas anormales de la columna vertebral: Escoliosis, lordosis y cifosis
Las anormalidades en la inclinación y en la magnitud de las curvas de la columna vertebral son acompañadas por un desequilibrio en las fuerzas que soportan la columna y pueden causar deterioro, que se manifiesta finalmente como dolor. Vista por detrás, la columna es recta, siendo anormal la aparición de cualquier curvatura. Algunas anomalías de la columna vertebral son:
Escoliosis
La escoliosis es una deformidad lateral (ya sea izquierda o derecha, o ambas) vista de frente la columna vertebral, y puede ocurrir en los tres segmentos de la columna vertebral, siendo más frecuentes en la columna torácica y lumbar. La deformidad puede ir acompañar de deformidad rotacional de las vertebras.
Las personas con escoliosis por lo general no tienen dolor cuando se presenta en la adolescencia o vida adulta joven. En la adultez es más común el dolor si no se trata. También pueden presentarse adormecimiento, dolor, debilidad, pesantez y hormigueos los cuales limitan la actividad de la persona, así como dificultades para caminar.
Tipos de escoliosis:
Existen diferentes tipos de escoliosis que se clasifican según la causa.
Escoliosis Idiopática:
De causa no conocida. Es el diagnóstico más frecuente y es más habitual en las niñas mujeres produciendo una curva torácica hacia la derecha con una giba costal en el lado derecho. La columna parece completamente normal al nacer pero se deforma en los años de la adolescencia al producirse un crecimiento rápido por razones poco conocidas.
La podemos clasificar en dos grupos:
Precoz: que puede a su vez ser subdividida en:
· Infantil: se inicia entre 0 y 3 años de edad.
· Juvenil: entre 3 y 10 años de edad.
Tardía:
· Del adolescente: se inicia después de los 10 años de edad.
Escoliosis Congénita:
La columna vertebral se va deformando desde que se inicia el desarrollo fetal, ya sea por un fallo en la formación simétrica de las vértebras o en la separación completa de las vértebras en unidades independientes. Cuando se combinan ambos tipos de fallos, se produce la deformidad más grave. Este tipo de escoliosis tiene tendencia a progresar desde el nacimiento.
Escoliosis Neuromuscular (“paralítica”):
La columna vertebral puede ser normal al nacer, pero un trastorno paralizante puede afectar los músculos estabilizadores de la columna vertebral, apareciendo la escoliosis. Estos trastornos paralizantes son las lesiones de la médula espinal, como la parálisis cerebral, la poliomielitis, la mielitis transversa y las distrofias musculares. La parálisis de la mielodisplacia (espina bífida) puede estar presente al nacer y la escoliosis puede ser mixta debido a la presencia y a las anomalías congénitas.
Otras:
Otras causas de escoliosis pueden ser la escoliosis secundaria por tumores vertebrales, los esguinces agudos, el prolapso discal, la espondilosis lumbar avanzada y muy infrecuente, la histeria.
Síntomas de la escoliosis:
· Curvatura anormal de la columna hacia un lado (lateral).
· Horizontalidad de ojos y pabellones auriculares alterados.
· Asimetría del cuello.
· Altura de los hombros, uno más alto que otro.
· Asimetría del tronco.
· Altura crestas ilíacas asimétricas.
· Presencia de giba costal.
· Asimetría del tronco.
· Altura escápulas asimétrica.
· Descompensación del tronco.
· Línea de apófisis espinosas que forman curvas laterales.
· Hombros y cadera no alineados.
· Curva compensatoria.
· Dolor de espalda o dolor en la parte baja de la espalda.
· Fatiga.
· Falta de aliento.
· Debilidad muscular (disminución de la fuerza muscular, a pesar del ejercicio) en la espalda.
Tratamiento:
El tratamiento de la escoliosis está determinado por la extensión de la deformidad y de la fase de crecimiento (que tan cerca está el crecimiento de cesar). El tratamiento será más exitoso cuando más temprano se inicie. Estos pueden ser de dos tipos: Ortopédico o Quirúrgico.
Ortopédico:
Hay un importante número de casos en que sólo hay que controlar y no requieren nunca tratamiento ortopédico. En general, a estos pacientes se les pide hacer ejercicios kinésicos para mantener la columna flexible y mejorar la potencia muscular, abdominal y paravertebral, desrotar la columna y mejorar la función respiratoria.
El siguiente grado en el tratamiento es el uso de corsé. El objetivo del tratamiento con corsé es detener el progreso de la curva. Se puede lograr también corregir algo las curvas laterales y la giba costal, pero este no es el objetivo principal. La estabilidad de la columna se logra por la maduración ósea alcanzada en el corsé, unido al fortalecimiento muscular.
Quirúrgico:
Está destinado a aquellos pacientes que están fuera del alcance ortopédico. Es decir pacientes con curvas sobre 45º, rígidas, mayores de 14 años, Risser 4, o que las curvas hayan aumentado dentro del corsé. También requieren tratamiento quirúrgico para su corrección, aquellos pacientes que alcanzaron su maduración ósea y presentan curvas sobre 45º.
El objetivo del tratamiento quirúrgico es estabilizar la columna ya que, de lo contrario, las curvas seguirían progresando y haciéndose cada vez más rígidas. En este grado de la enfermedad se produce deformidad del tronco, lo que produce alteraciones estéticas graves y dejan a los órganos intratorácicos, como el pulmón y el corazón, en posición anormal, provocando alteraciones pulmonares restrictivas.
El tratamiento quirúrgico pretende básicamente disminuir la magnitud de las curvas y mejorar las deformaciones estéticas. Esto se logra a través de la fusión de la zona de la columna comprometida, luego de la corrección de las curvas con instrumental de distracción y desrotación de los cuerpos.
A la corrección de las curvas se agrega la artrodesis (cirugía para inmovilizar una articulación de tal manera que huesos crezcan juntos) con injertos obtenidos del propio paciente desde la cresta ilíaca posterosuperior.
Lordosis
Curva hacia adentro de la parte lumbar de la columna (localizada exactamente por encima de los glúteos). La amplitud de la curvatura raquídea a nivel lumbar está condicionada por el modo de equilibración general y particularmente por el modo de equilibración pélvico.
Causas de la lordosis:
· Congénita
· Postural
· Posquirúrgica y traumática
· Afecciones neuromusculares y neurológicas
· Deficiente equilibración pélvica
· Otras.
Síntomas:
La característica principal de este trastorno es la prominencia de las nalgas. Los síntomas variarán si la lordosis se presenta junto con otros defectos como por ejemplo, la distrofia muscular, la displasia del desarrollo de la cadera u otros trastornos neuromusculares.
Por lo general, la lordosis no está asociada con el dolor de espalda, el dolor de piernas ni cambios en los hábitos de evacuación intestinal y de la vejiga. Los síntomas de la lordosis pueden parecerse a los de otros trastornos o deformidades de la columna, o pueden presentarse como consecuencia de una lesión o de una infección.
Tratamiento:
El objetivo del tratamiento es detener la evolución de la curva y prevenir deformidades. El tratamiento de la lordosis dependerá de la causa del trastorno. Si la lordosis está relacionada con la mala postura, la indicación de ejercicios sencillos será suficiente para corregirla. Estos deben fortalecer los flexores del tronco y los extensores de la cadera, es decir los abdominales y los isquiotibiales.
Cifosis
Es una flexión exagerada de la columna hacia delante. La columna torácica presenta una flexión hacia delante normal de hasta 40º, por lo que en estos casos la cifosis es normal o fisiológica. Una columna vertebral normal observada desde atrás se ve derecha. Sin embargo, una columna vertebral afectada por cifosis presenta cierta curvatura hacia delante (más de 40º) en las vértebras de la parte superior de la espalda, semejante a una "joroba".La cifosis puede coexistir con escoliosis, lo que se denomina cifoescoliosis.(Fig. 1.4)
La cifosis es un tipo de deformidad de la columna vertebral y no debe confundirse con una mala postura y es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.
Causas de la cifosis:
La cifosis puede ser congénita (es decir, presentarse desde el nacimiento) o puede deberse a trastornos adquiridos, entre ellos:
· Osteocondrosis juvenil (enfermedad de Scheuermann): Los platillos vertebrales de las vértebras torácicas de los adolescentes se lesionan, con lo que se produce un acuñamiento anterior de los cuerpos vertebrales y aparecen los hombros redondos. Los pacientes suelen quejarse de dolor lumbar debido a la lordosis lumbar compensadora. Las causas aún se desconocen y su frecuencia es mayor entre los hombres.
· Infecciones: es la causa más habitual de la cifosis patológica en los países desarrollados, como destrucción tuberculosa de una o más vértebras torácicas adyacentes. La deformidad presenta una angulación pronunciada (giba) y produce compresión de la médula espinal y parálisis.
· Lesión de la médula espinal: es una de las causas mas frecuentes de cifosis, dado que la lesión se debe en muchos casos al aplastamiento de uno o varios cuerpos vertebrales y se asocia con parálisis por lesión directa de la médula espinal a nivel del aplastamiento.
· Osteogénesis imperfecta: trastorno que se caracteriza por la fractura de los huesos al aplicarles una fuerza mínima. La pérdida de contenido mineral del hueso debilita los cuerpos vertebrales hasta producir un colapso por acuñamiento, debido al esfuerzo fisiológico que supone las actividades cotidianas. El dolor que aparece en estas circunstancias es intenso y muy difícil de controlar.
· Anomalías congénitas: Suelen localizarse en el plano sagital, pero también puede producir cifosis progresiva y grave, con posibilidad de parálisis si ni se pone remedio.
· Enfermedades reumáticas: la enfermedad reumática de la columna vertebral, representada por la espondilitis anquilosante, puede producir cifosis con incapacidad de mirar hacia delante en los adultos jóvenes.
· Cambios degenerativos: los cambios degenerativos por envejecimiento de los discos de la columna cervical y lumbar se asocian con frecuencia con cifosis relativa (pérdida de lordosis) en estas regiones, produciendo la pérdida de altura característica de la ancianidad.
Síntomas:
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la cifosis. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
· diferencia en la altura de los hombros
· la cabeza está inclinada hacia delante en relación con el resto del cuerpo
· diferencia en la altura o la posición de la escápula
· cuando el niño se inclina hacia delante, la altura de la parte superior de la espalda es más alta de lo normal
· tensión de los músculos isquiotibiales (cara posterior del muslo)
Por lo general, la cifosis no se asocia con el dolor de espalda, el dolor de piernas ni cambios en los hábitos de evacuación intestinal y de la vejiga.
8.- Anteversión y retroversión pélvica
La cintura pélvica forma la base del tronco. Asimismo, constituye el sostén del abdomen y lleva a cabo la unión entre los miembros inferiores y el tronco. Se trata de un anillo osteoarticular cerrado compuesto por tres piezas óseas y tres articulaciones.
Anteversión Pélvica
En anteversión de la pelvis se presenta en una posición arqueada. Esta posición de la columna vertebral, natural para el hombre, puede ser más o menos acentuada, dependiendo de cada individuo.
Las personas exageradamente arqueadas se arriesgan, con el tiempo, a sentir presión a nivel de los discos lumbares, teniendo como consecuencia la presión del nervio ciático o del nervio crural.
La anteversión pasiva acentúa la lordosis lumbar y se relaciona con la hipotonía (disminución del tono muscular) muscular en abdominales y glúteos. Dicha anteversión es muy frecuente y por ello debemos atender a la correcta tonificación y balance de dicha musculatura.
Retroversión Pélvica
En la retroversión, el pubis permanece avanzado y la pelvis va hacia delante. Se presenta como una inversión de la lordosis lumbar natural.Los glúteos se presentan planos.
9.- Genu varo, genu valgo, genu flexun y genu recurvatun. Como se evalúan
Todas estas anomalías se evalúan con exploración clínica, palpación, mediciones, observación de la marcha, evaluación rotacional y posición de los pies, se realizan pruebas de laboratorio, radiografías en bipedestación.
Genu Varo
Deformidad marcada por la angulación medial de la pierna en relación con el muslo, inclinación hacia el exterior de las piernas, dando la apariencia de un arco. El genu varo es una deformidad en la cual las rodillas se encuentran lejos una de la otra (separación entre las dos caras internas de las rodillas).
Esta anomalía puede tener causas fisiológicas y patológicos (traumatismo, infección, enfermedad de blount, síndrome de Falconi, tumoral, acondroplásico, metabólico)
Genu Valgo
Deformación marcada por la desviación de los ejes de los miembros inferiores en sentido contrario al del Genu varo, en donde las rodillas tienden a converger y las piernas se separan (rodillas encontradas o piernas en X).
Esta deformación puede tener causas fisiológicas (desde los 3 a 7 años, del adolescente) y patológicos (idiopático, traumatismo (secuela de fracturas), infección (osteomelitis), tumoral, metabólico (raquitismo), genético).
Tratamiento:
· Calzado ortopédico o plantares
· Realce interno del talón
· Epifisiodesis u osteotomía (corte de huesos) de fémur y/o tibia y peroné
Genu Flexum
Deformidad que conlleva a la imposibilidad de una extensión completa de la rodilla, lo que supone un importante factor de inestabilidad.
Sus causas son diversas: desequilibrio funcional músculo-ligamentoso, congénito, fracturas, asimetría de los miembros inferiores, inmovilización con yeso, actitud antiálgica (posición que adopta el enfermo para evitar el dolor), lesiones paralíticas.
Tratamiento:
El tratamiento kinesiológico se dirige a la realización de ejercicios de estiramientos de los isquiotibiales, de la musculatura posterior del muslo, con movimientos de extensión de la pierna, andar sobre los talones, flexiones del tronco hasta los miembros inferiores y rodillas bloqueadas, movimientos de hiperextensión de las piernas y tonificación del cuadriceps contrarresistencia.
En el caso de la rodilla flexionada grave, podrá ser indispensable la intervención quirúrgica que consistirá en capsulotomía posterior con posible adelantamiento del tendón de la rotula o los estiramientos del semitendinoso o del semimembranoso.
Genu Recurvatum
Síndrome de hiper extensión que se produce a nivel de la rodilla.
Esta deformación puede tener diferentes causas: fracturas (tibia, fémur), lesiones (cartílago de crecimiento a nivel de la tibia), injerto defectuoso, radioterapia, tracción trans-tibial, osteomielitis.
La evolución natural del recurvatum va hacia la distensión de los ligamentos posteriores, fragilizando el control de la estabilidad rotatoria de los primeros grados de flexión.
Alguna de sus causas son: rótula más alta, tuberosidad tibial mas lateral con relación a la tróclea, excentración de la rótula, aumento del varo
10.- Pie equino, pie cavo, pie valgo y pie varo
El pie sirve de plano de sustentación y palanca de locomoción del cuerpo humano, y para ello es capaz de adaptarse a cualquier situación irregular del suelo, gracias a la flexibilidad de la bóveda plantar; pero precisamente esa flexibilidad de adaptación lo hace sensible a cambios permanentes, que pueden desembocar en inestabilidad del sustentáculo, e incluso puede afectar a la estática corporal, con lo cual también cambia la dinámica.
En el pie existen numerosos defectos posicionales tanto congénitos como adquiridos. Debido a la sobrecarga o hipercarga asimétrica de las correspondientes porciones osteoarticulares y ligamentarias, condicionada por dichos defectos, se pueden producir molestias (dolor, disconfort, disfunción) y desgastes prematuros de las articulaciones (cambios artrósicos).
Las anomalías de los pies se detectan mediante:
· Radiografías a los pies y columna vertebral
· Podoscopía
· Pedigrafía
· Fotopodograma
· Baropodometría Computarizada
· Electromiografía
· Estudio de conducción nerviosa
Pie Equino
El talón está separado del suelo y el paciente anda sobre sus dedos, sobre el peso aplicado sobre las cabezas de los metatarsianos. La deformidad se localiza solamente en la articulación tibiotarsiana y el pie se dispone en extensión completa. Está aumentado el arco longitudinal, pero el antepie está ensanchado debido a que las cabezas de los metatarsianos se separan a consecuencia de la carga. Pueden afectarse ambos pies. En los casos congénitos, la deformidad es, a menudo, discreta. Es más acentuada en los casos paralíticos debido a la laxitud del pie, no solamente en la articulación tibiotarsiana, sino también en la mediotarsiana, con lo que el arco aumenta en altura.
Los ligamentos anteriores del tobillo, laterales y todos los del torso del pie se presentan distendidos y con acortamiento del ligamento calcaneoescafoideo, plantares largo y corto y la fascia plantar. A nivel muscular existe alargamiento del grupo tibial anterior y retracción de los músculos de la pantorrilla y del tendón de Aquiles, de los flexores largos de los dedos y del peroneo largo.
Tratamiento:
• Férula de aluminio o metal liviano
• Férula de Denis Browne
• Férula enyesada
• Tratamiento físico.
• Movimientos pasivos (forzados): El pie debe ser presionado en flexión dorsal. • Movimientos activos. Debe realizarse la flexión dorsal del tobillo tan pronto como el niño sea capaz. Deben también practicarse ejercicios del pie.
• Tratamiento quirúrgico: Se seccionan el tendón de Aquiles y la fascia plantar.
Tratamiento físico (postoperatorio):
Pie Cavo
El arco plantar se presenta sumamente elevado, este arco va desde los dedos del pie hasta el talón. El apoyo de la planta del pie se va a realizar en menos zonas de las habituales. Con frecuencia se acompaña de una alteración del talón que se desplaza hacia dentro o en varo, produciendo un mayor desgaste de la parte de fuera del tacón del zapato.
Las enfermedades neuromusculares que provocan cambios en el tono muscular pueden llevar al desarrollo de pies cavos.
Los pies muy arqueados tienden a presentar dolor, debido a que se ejerce más tensión sobre la sección del pie que queda entre el tobillo y los dedos de los pies (metatarsos). Esta afección generalmente dificulta el calzado de zapatos apropiados y puede causar discapacidad significativa. Generalmente se requiere un soporte para el pie.
Algunos síntomas son:
· Acortamiento del largo del pie
· Dificultad para calzar zapatos adecuados.
· Dolor en el pie asociado con el hecho de caminar, permanecer de pie y correr
Tratamiento:
El calzado corrector puede aliviar el dolor y mejorar los problemas con la marcha e incluye modificaciones ortopédicas a los zapatos, tales como la inserción de un arco adicional y una plantilla de soporte. La cirugía para aplanar el pie algunas veces es necesaria en casos graves.
Pie Valgo
Deformidad en la que el pie está desviado en supinación y apoya el borde externo. Lateraliza el tarso y hunde la bóveda plantar que toma contacto con el plano horizontal del suelo en el que se encuentra el calcáneo, pieza fundamental en la que se apoyan y de la que parten los distintos arcos abovedados que constituye la estructura del pie.
La corrección del pie valgo se obtiene elevando la bóveda plantar a su estado natural de bóveda en equilibrio y alineando el tarso con la extremidad inferior, devolviendo de esta manera al pie su función y estado de equilibrio.
Tratamiento:
· Masoterapia.
· Movilización pasiva.
· Ejercicios
Corrección de la marcha: pies alineados y tronco erguido.
Reeducación de la prensión: desarrollo de flexores, lumbricales e interóseos.
Caminar de puntillas: potenciar tríceps sural, peroneo lateral largo y flexor del 1er dedo.
Caminar sobre los talones: potenciar tibial anterior.
Subir y bajar rampa de talones: potenciar tibial anterior.
Marcha sobre borde externo del pie: potenciar tibial posterior.
Moldear objeto duro con la planta del pie.
Flexión y extensión de los dedos con apoyo del talón a una pequeña altura.
Flexión, extensión y abducción libre de los dedos.
Pie Varo
Deformidad en la que el pie está desviado en supinación y apoya el borde externo. Este trastorno suele obedecer a un giro hacia dentro de las caderas, conocido en los círculos médicos como anteversión femoral. Esto tampoco suele interferir con conductas motoras como andar, correr o practicar deporte y suele remitir por si solo cuando el niño alcanza la adolescencia y mejora el control y la coordinación musculares.
Tratamiento:
Este dependerá de la gravedad de la deformidad. En la mayoría de los niños, el problema se corrige solo a medida que se desarrolla el uso normal de los pies y no se necesita ningún tratamiento.
Se pueden necesitar ejercicios de estiramiento, cuando el problema no desaparece con el uso normal del pie. Estos ejercicios se pueden llevar a cabo si el pie se puede mover fácilmente a una posición normal.
Rara vez, esta enfermedad causa una deformidad rígida que no se puede corregir con ejercicios de estiramiento, en cuyo caso, se puede requerir una férula de yeso o incluso cirugía.
CONCLUSIÓN
Como hemos podido ver en este trabajo una buena postura de nuestra columna, de nuestras piernas y pies nos proporcionaran una vida más saludable, pero a veces por problemas congénitos, lesiones, fracturas, infecciones, enfermedades o malas posturas estas nos pueden llevar a tener problemas crónicos o esporádicos, invalidantes y dolorosos que pueden afectar de forma importante nuestra vida diaria.
Es por esto que siempre es importante estar atentos a cualquier dolor, deformidad, anomalía de esta área de y el resto de nuestro cuerpo.
BIBLIOGRAFÍA
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Medicina de familia: Principios y práctica. Roberto B. Taylor.
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http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/medlineplus.html